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martes, 12 de octubre de 2010

¡Bye, bye unicel!

Desde que empecé a ver vasos y platos de UNICEL (o plumavit, nombres comerciales; poliestireno es su nombre genérico) revueltos entre los plantíos de la gente de pueblitos aledaños al DF, comencé a sentir una personal animadversión por éstos. Desde hace unos años, inicié una campaña personal para NO adquirir ni ingresar este material a mi hogar.

En el supermercado, por ejemplo, pido que la carne o pollo me lo entreguen sin la “charolita” (bandeja) de unicel. Al principio, no lo querían hacer. “Cuestión de higiene”, argumentaba en encargado en turno. Y con paciencia, les sigo repitiendo que ese mismo poliestireno va a seguir flotando en Acapulco cuando sus hijos o nietos quieran nadar en el mar. Se ríen. Algunos ya me reconocen. "Ah, la señora ecológica, la de las bolsitas..."

Trato de explicar a quien quiera oírme que si en algo debemos tener conciencia de grupo como humanos, es en disminuir el uso de unicel. Sé que no se puede IMPEDIR que éste se produzca. O se comercialice, ya que es MUCHO más económico que las alternativas… Pero alguien tiene que empezar. Por esto, comparto dos descubrimientos que pueden ayudar a REDUCIR su uso.

Vasos y platos biodegradables, ¡no sólo desechables!
Comprometerse y mantener ese compromiso es un signo de madurez. Tanto personal como comunitaria. Demostremos con hechos a nuestros hijos que sí nos importa su futuro. Junto con educarlos, hay que ACTUAR: Dí NO a los desechables de poliestireno.
Mejor, reemplaza con ¡¡¡vasos, platos, cubiertos o cajitas para los sándwichs hechos con pulpa de caña de azúcar y fécula de maíz, 100% certificados como productos biodegradables!!!
¿Dónde? En Aguatierra (ventas@aguatierra.com.mx; tel (55) 56354158 ó 26). Son precios más caros… sin embargo ¡nuestros hijos se lo merecen!
Un paquete de 100 vasos térmicos (té o café caliente) de 260 ml (8 oz) cuesta $130 (unos 10 dólares); el ciento de vasos para líquidos fríos, $80 (unos 6 dólares); 100 platos con divisiones: $230 (casi 18 dólares), lisos $170 (US$13). Cubiertos: $76 el ciento (US$5); cajita para sándwich: $210 el ciento (US$16). Todos los productos, según me dicen, tienen los correspondientes respaldos y certificaciones de que se pueden biodegradar ("composteables" o que pueden hacer con ellos la famosa composta). Todo lo importan de China.

No se trata de promover una empresa determinada, pero es lo que a la fecha encontré. Creo que podemos ser prácticos y dejar de angustiarnos, enojarnos o hacer como si no nos importara. O, peor, no creer que de cada uno depende aportar un granito: De hecho, tomé la información en una Feria de ecología del Colegio Vistahermosa, D.F. a la que asistimos una amiga ecologíca y yo, en enero de 2010. Guardé la tarjetita y llamé para averiguar los datos. Venden, también, bolsas de basura, compostero y macetas ¡¡¡biodegradables!!!

Centro de acopio: Otra novedad con la que me topé fue con el “primer centro de acopio para el reciclaje de productos desechables de unicel posconsumo”. Abierto todo el año, 24 horas al día, la planta Dart de México está en Av. Maximino Montiel Olmos, Manzana 18, Lote 2, Parque Industrial Atlacomulco, Estado de México. Sus dueños aclaran en su sitio web que para entrar al programa de reciclaje, el unicel debe contener el símbolo “6” con flechas. Además, el unicel hay que llevarlo: “limpio y libre de restos de comida, cinta adhesiva y etiquetas; en bolsas transparentes; no incluir popotes o cucharas plásticas”.

Aunque el ideal es REDUCIR y evitar el uso de unicel, esta empresa de reciclaje ofrece una opción viable a quienes aún siguen usándolo. Creo que sería genial llevar a nuestros hijos a la planta para que constanten que ante un problema, ¡siempre hay una solución! Y que de ellos va a depender el ofrecer a su mundo ideas como la de esta empresa mexiquense, pionera en el área de reciclar unicel.

¿Más información sobre este tema? Visita http://www.slideshare.net/promosmx.com/unicel-tecnopor-telgopor-corcho-blanco-poliestireno-expandido-foam-contaminacion-global

Datos para los incrédulos e indecisos:
*En el mundo se producen anualmente más de 14 millones de toneladas de poliestireno.
*Sólo el 1% del unicel del mundo se recicla; en México la cifra es aún menor. El unicel es prácticamente eterno: aunque que la naturaleza puede reducir el tamaño de un envase, las unidades mínimas no son biodegradables.
*Se calcula que en 1.000 años podría encontrarse un vaso de este material intacto.
*Según un reporte de 1986 de Agencia de Protección al Medio Ambiente, EE.UU., el poliestireno se clasificaba como el quinto producto químico cuya producción generaba más desechos peligrosos.

Tiempo de biodegradación: Cáscara de plátano: 2 a 10 días; Papel: 2 a 5 meses
Cáscara de naranja: 6 meses. Cuerda: 3 a 14 meses. Chicle: 5 años. Filtros de cigarro: 1 a 2 años.
Envases de leche (tetrapack): 5 años Bolsas de plástico: 12 a 20 años. Vasos y platos de unicel: 1,000 años.

3 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo, sin embargo aunque exista el centro de acopio no es factible poder ir hasta allá, además que gastas gasolina por el trayecto largo y esto genera más gases CO2 . Solución desechemoslo definitivamente. Adoptemos los productos biodegradables en Walmart y Superama está la marca Terra y no son tan caros. Muchas veces no queremos o no podemos agstar tanto en esto pero la salud de nuestra familia y del planeta bien lo vale.
    Mejor comprar platos y vasos reutilisables, y esto nos hace generar menos basura.
    Súmate a estos esfuerzos.
    Sandy

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  2. Hola Cristina. Quiero que me digas en que bolsita te dan el pollo y la carne, porque estoy de acuerdo en no comprar cosas de este material, pero si son muy cómodas las charolitas de poliestireno. además, la mayoría de la carne que compro ya está empaquetada cuando la escojo.

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  3. Guillermo, gracias por visitar mi blog!!!! la verdad, yo cuando voy al super y compro carne, les pido de favor que usen bolsas de plástico, ... si no tienen en su lugar el rollo de bolsas (para fruta o verduras), voy de plano al área de fruta y saco las que necesito. Eso sí, hay que pedirles (o enseñarles) que le "quiten el aire" a cada bolsita, una vez que meten la carne dentro...
    Es una verdadera lata, pero no me canso de explicarle que el material de las charolitas NUNCA se va a integrar a la naturaleza!

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