Navidad sí. ¡Plis, basura no!

557 mil. Número de links en google relacionados con “basura navideña”.
Parece que el tema preocupa. La idea es ocuparnos y REFLEXIONAR antes de participar en la generación de más y más basura esta Navidad que se acerca…

Leo con satisfacción algunos consejos originales:

-Rentar el pino de navidad. Puede que salga más caro. Pero llegan a tu casa con el arbolito en maceta y se lo llevan al término de los festejos y te lo traen al año próximo. 100% reutilización. (Interesados en México, llamar a Juan Carlos Cortina, 044 40 5555 11, Siempre Verde).
-Enviar saludos navideños virtuales, ahorran papel. Sí, son más impersonales, rompen la tradición de las tarjetitas… pero, unas cosas por otras.
-Envolver regalos con papel de periódico. La creatividad (huella divina en todos nosotros) juega aquí un rol importante…
-O usar bolsas de papel (de las que regalan algunas tiendas/marcas) y redecorarlas con los hijos…
-Confeccionar tarjetitas para los regalos, reciclando dibujos hechos por nuestros hijos o trabajos manuales que tengamos por ahí, acumulados.
-Reducir los desperdicios de comida y cocinar tratando de ajustarse a la cantidad de comensales. Hay un sitio que comparte Judith Macgregor (London eye), en donde ayudan a hacer los cálculos correctos: http://www.lovefoodhatewaste.com
-Reusar moños o adornos para ofrecer originalísimos decorados en los regalos.
Nota: por aquello de no quitar el dedo del renglón: SEPARA y lleva tus deshechos inorgánicos reciclables al centro de acopio más cercano a tu hogar. ya sabes: cartón, vidrio, aluminio…

ESPERO sus datos CREATIVOS.
Feliz Navidad, y ¡¡¡el que no se acerque a Jesús, no sale en la foto!!! (La ilustración la tomé de un cuadrito que pintó una amiga nuestra, Cristina Zorrilla).

REGALA calor = ¡Reduce el calentamiento global!

Comprobado. Ingenieros y expertos en asuntos ambientales, reunidos estos días en el cálido Cancún (diciembre, 2010), así lo aseguran. Cada vez que una familia REDUCE la cantidad de basura que produce, lo que se llama Acción directa, provoca un efecto alentador para quienes viven aterrados porque ¡se nos derriten los hielos!

¡Los hielos del alma!, agrego yo. Más terrible que el "calentamiento global" que tanto preocupa a investigadores, políticos, expertos y gobiernos, lo que me llama la atención es el "enfriamiento del corazón" que aqueja a nuestra humanidad. Dicho sea de paso, dueña y señora del planeta.

Por esto, me encantó la iniciativa que compartió Carolina, una chica que junto a sus amigos de universidad, lleva 5 años "derritiendo" corazones. ¿Cómo? Se organizaron para juntar ropa y abrigar a los que menos tienen. Este año van con los habitantes de Ayapango, a
las faldas del volcán Popocatepetl.

Chamarras, guantes, gorros, bufandas, suéteres, cobijas. Ellos reciben todo lo que tú y yo podamos regalar en esta temporada de invierno que se vive en el hemisferio norte. Temporada que coincide con el espíritu navideño en el que tanto nos gusta compartir y regalar ...

SUGERENCIA: Invito a cada familia separar lo que tiene en sus clósets y que ya NO USA o ya NO le SIRVE. Si organiza una posada en su casa, ¡pedir a los invitados que lleguen con algo de abrigo para REGALAR! ¡Así, todos podemos colaborar con esta campaña!

Después, hay que ponerse en contacto con estos jóvenes (abrigalos5@hotmail.com) y hacerles llegar lo que se reunió. Ellos van a ir dejarlo la segunda quincena de diciembre. Si quieres ir con ellos, o imitar esta iniciativa: http://www.youtube.com/watch?v=gcapc_T_d9w

Hay tiempo. Reduce, regala. Todos podemos aportar y generar un verdadero "calentamiento" global de corazones.